Decreto

Este término aparece con frecuencia en Ester y en Esdras como traducción de distintas palabras hebrea y aramea que se refieren a decretos reales. A menudo se hace una diferencia, utilizando el vocablo "edicto" en Dn. 6.8, "sentencia" en Dn. 2.9, y "orden" en Esd. 5.13.

En el AT se dice que Dios, como Rey de la tierra, promulga decretos (Dn. 4.24, Sal. 2.7), y el mundo se rige por ellos: hay uno para la lluvia, Job 28.26 ("ley"), y uno para el mar, Pr. 8.29, ("mandamiento"), donde nosotros hablaríamos de leyes de la naturaleza. El hebreo "estatuto" (Sal. 119.5, 8, 12, etc.), representa el enfoque bíblico más exacto de los "decretos de Dios" a que hacen referencia los teólogos.

En el NT el vocablo griego dogma describe los decretos especiales del emperador romano en Lc. 2.1 y Hch. 17.7. En Hch. 16.4 se utiliza para describir las decisiones del concilio de Jerusalén: el uso griego para las decisiones autorizadas de grupos de filósofos. En Ef. 2.15 y Col. 2.14, 20 se refiere a ciertas promulgaciones judías.