Esta traducción del hebreo suÆfaÆ se aplica en forma vaga a cualquier tormenta violenta y no se limita a un movimiento giratorio del aire (Job 21.18; 37.9; Sal. 83.15; Pr. 1.27; 10.25; Is. 5.28; 17.13; 21.1; 29.6; 66.15; Jer. 4.13; Os. 8.7; Nah. 1.3). En Am. 1.14 tiene "tempestuoso". sƒ>aµraÆ se usa en forma sinónima, traducido "torbellino" cuando se encuentra solo (por ejemplo 2 R. 2.1; Job 38.1; 40.6; Is. 40.24; 41.16), pero a veces "tempestad" (Sal. 107.29).
El torbellino se usa adecuadamente como figura del ataque súbito del invasor (Is. 5.28; Jer. 4.13; Am. 1.14). También simboliza el juicio divino en razón de su acción repentina (Nah. 1.3) y la ira divina (Sal. 58.9, Pr. 10.25; Is. 17.13; 66.15; Os. 8.7). Se lo usa en forma semejante con referencia a la ira mesiánica, descrita en Mt. 7.24–27.