Básicamente un agujero profundo en la tierra, ya sea natural o artificial. Existen muchas interpretaciones, pero aquí solo analizaremos la que tiene relación con el estudio.
El heb. boÆr, ‘agujero profundo’, que se usa para describir el lugar donde fue echado José por sus hermanos (Gn. 37.20, 22, 24, etc.; °vrv2 "cisterna"; °bj "pozo"), un lugar donde esconderse (1 S. 13.6), una guarida de leones (2 S. 23.20; 1 Cr. 11.22), un lugar donde se encerraban prisioneros (Is. 24.22; Zac. 9.11; cf. Jer. 38.6), donde Ismael el rebelde arrojó los cuerpos de los hombres de Siquem, Silo, y Samaria (Jer. 41.7, 9). Las leyes de Ex. 21.33–34 estaban dirigidas a los israelitas que cavaban pozos y luego los abandonaban sin cubrirlos (cf. Ec. 10.8, donde la palabra es guÆmmaµs\).
Metafóricamente la palabra se utiliza para describir el mundo inferior, el lugar de los espíritus que han partido (Sal. 28.1; 30.3; 88.4, 6; 143.7; Pr. 1.12; Is. 14.15, 19; 38.18; Ez. 26.20; 31.14, 16; 32.18, 24, etc.). Un segundo uso metafórico describe el lugar de donde Dios saca a sus santos (Sal. 40.2; Is. 51.1).
Heb. bƒ'er, pozo. El valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto (Gn. 14.10). Hablando metafóricamente, es el pozo de perdición (Sal. 55.23; 69.15). En Pr. 23.27 se describe a una ramera como un pozo angosto.
Heb. geµb_ o geb_e<, lugar donde se recoge agua (Is. 30.14; Jer. 14.3). 4. Heb. pah\at_, ‘agujero para atrapar animales’ (2 S. 17.9; 18.17; Is. 24.17–18; Jer. 48.43–44). 5. Hebreo seol, el mundo inferior (Nm. 16.30, 33; Job 17.16). El mismo vocablo heb. se traduce en otras partes de maneras diferentes.
Tres palabras de la raíz heb. sûwh\: (i) sûuÆh\aÆ, "pozo en el desierto" (Jer. 2.6), lugar donde Jeremías fue atrapado por hombres inicuos (Jer. 18.20, 22), y la boca de una mujer extraña (Pr. 22.14). (ii) sûah\at_, trampa en la tierra para animales salvajes (Sal. 35.7; Ez. 19.4, 8), o, más usualmente, el mundo inferior (Job 33.18, 24, 28, 30; Sal. 9.15; 30.9; 94.13; Is. 38.17; 51.14; Ez. 28.8). (iii) sûéÆt_aÆ, trampa (Sal. 57.6; 119.85; Jer. 18.22).
Dos palabras de la raíz heb. sûh\h. Sðƒh\ut_, la fosa que los inicuos preparan para los rectos, en la cual caen ellos mismos (Pr. 28.10), y sûƒh\it_, la suerte de Sedequías en 587 a.C. cuando fue apresado en los fosos del enemigo (Lm. 4.20; °vrv2 "lazos").
En el NT el pozo en que cae el asno es bothynos en Mt. 12.11 y frear en Lc. 14.5. El pozo del abismo de Ap. 9.1–2 es también frear.