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Evangelista

La palabra que se traduce “evangelista” en el NT es un sustantivo tomado del verbo euangelizomai, ‘anunciar noticias’, y generalmente se traduce como “predicar el evangelio”. (El término neotestamentario se hace eco del heb. mƒb_asŒsŒeµr, mƒb_asŒsŒeret_, en Is. 40.9; 52.7.) El verbo es muy común en el NT, y se aplica a Dios (Gá. 3.8), a nuestro Señor (Lc. 20.1), a los miembros ordinarios de la iglesia (Hch. 8.4), como también a los apóstoles en sus viajes misioneros. El sustantivo “evangelista” aparece tres veces solamente en el NT. Pablo exhorta a Timoteo a hacer la obra de evangelista (2 Ti. 4.5); es decir, a hacer conocer los hechos del evangelio. Timoteo había acompañado al apóstol en sus viajes misioneros. Pero resulta claro (por los mandatos que le dio en las dos cartas que le dirigió) que su tarea, cuando el apóstol escribía, era mayormente local y pastoral. El que se le indique que debe hacer la obra de evangelista demuestra que el que era evangelista podía también ser pastor y maestro.

En Hch. 21.8 se describe a Felipe como “el evangelista”. Felipe había sido elegido como uno de los “siete” en Hch. 6, y después de la persecución de Esteban ocupó un lugar prominente en la predicación del evangelio en zonas no evangelizadas (p. ej. Hch. 8.5, 12, 35, 40). Si bien era evangelista, no fue incluido entre los apóstoles (Hch. 8.14). Se hace una distinción semejante entre Timoteo y los apóstoles en 2 Co. 1.1 y Col. 1.1. Se verá, entonces, que si bien los apóstoles eran evangelistas, no todos los evangelistas eran a apóstoles. Esta distinción se confirma en Ef. 4.11, donde la función de “evangelista” se menciona después de la de “apóstol” y “profeta”, y antes de la de “pastor” y “maestro”. De este pasaje resulta claro que el don de evangelista era un don distintivo dentro de la iglesia cristiana; y si bien todos los cristianos indudablemente cumplían esta sagrada tarea, en tanto que se les presentaba la oportunidad, había algunos que fueron preeminentemente llamados y capacitados por el Espíritu Santo para dicha tarea.

Más tarde en la historia de la iglesia el término “evangelista” se usó para hacer referencia al escritor de cada uno de los cuatro evangelios.