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Anciano

En la mayoría de las civilizaciones la autoridad la han investido los que en razón de su edad o experiencia se tenían como los que estaban mejor capacitados para gobernar. Por lo tanto no ha de sorprender que los dirigentes en muchas comunidades antiguas hayan ostentado un título derivado de una raíz que significa "edad madura" o "ancianidad". En este sentido el hebreo "anciano" (zaµqeµn) es equivalente al gerontes homérico, al presbys espartano, al senatus romano, y al sheikh árabe.

En el Pentateuco se hace referencia a ancianos entre los egipcios (Gn. 50.7) y entre los moabitas y los madianitas (Nm. 22.7), al igual que entre los israelitas. En Ex. 3.16 se da a entender que los israelitas tenían ancianos ya en la época de la cautividad egipcia, y es con ellos que se le manda a Moisés que colabore en la empresa de liberación. Probablemente se trataba de los jefes de familia en primer lugar, pero Ex. 24.1 indica que había un número fijo de setenta. Sobre este círculo íntimo de setenta ancianos el Señor derramó el espíritu con el fin de que compartieran el gobierno del pueblo con Moisés (Nm. 11.25).

Después de la peregrinación por el desierto cada ciudad parece haber tenido su propio cuerpo gobernante de ancianos cuyas responsabilidades, según la legislación deuteronómica, incluía la de actuar como jueces en la detención de asesinos (Dt. 19.12), la de realizar indagaciones (Dt. 21.2), y la de resolver disputas matrimoniales (Dt. 22.15; 25.7). Si vivían en una ciudad de refugio también escuchaban los pedidos de asilo (Jos. 20.4; pero véase también Nm. 35.24). Su número variaba (Sucot tenía 77, Jue. 8.14), y se asocian con otras autoridades civiles, por ejemplo los jefes de tribus (Dt. 5.23; 29.19) y los oficiales y jueces (Jos. 8.33). Tal vez el término "anciano" haya sido un vocablo general para hacer referencia al núcleo gobernante e incluía algunos de dichos oficiales.

El cuerpo nacional de "ancianos de Israel" todavía ejercía influencia considerable bajo la monarquía como jefes del pueblo, habiendo primero promovido el movimiento para la instauración de rey (1 S. 8.4 siguientes) y habiendo finalmente aceptado a David (2 S. 5.3). Su posición y su influencia fueron reconocidas por Salomón (1 R. 8.1, 3), Acab (1 R. 20.7), Jezabel (1 R. 21.8), Jehú (2 R. 10.1), Ezequías (2 R. 19.2), y Josías (2 R. 23.1). Ezequiel en la cautividad tuvo trato con ellos (Ez. 8.1; 14.1; 20.1), y aparecen también en la época de Esdras y en el período griego. Si bien su autoridad fue civil originalmente, para la época del NT los "ancianos del pueblo" (presbyteroi tou laou) compartían con los jefes de los sacerdotes el poder de determinación en asuntos religiosos y, en caso necesario, el de resolver la expulsión de la sinagoga.

En Sal. 105.22 traduce como "senadores" LXX presbyteroi), mientras que otras versiones tienen "ancianos". En Hch. 5.21 el griego gerousia, ‘asamblea de ancianos’, ("ancianos"), se traduce "senado".