Según Gn. 3.7, 21 el origen de la vestimenta está asociado con el sentido de vergüenza. Es vergonzoso estar desnudo (Gn. 9.22–23) y esta es precisamente la suerte de los prisioneros y los fugitivos (Is. 20.4; Am. 2.16; Mr. 14.52). Los niños, sin embargo, solían andar desnudos hasta la pubertad.
La vestimenta más importante parece haber sido un tipo de taparrabo o prenda ajustada a la cintura, una camisa o túnica larga o corta, una prenda superior y una capa, y naturalmente el cinturón, la prenda para la cabeza, el velo, y las sandalias.
a. Vestimenta masculina
Encontramos pocas menciones de taparrabos o prendas ajustadas a la cintura (
La camisa común, que predomina en el bronce III y constituye la vestimenta normal en la edad de hierro, se menciona en la Biblia como kuttoµnet (griego jitoÆn), que parece haber sido de lino o lana. Se lleva sobre la piel y llega hasta las rodillas o los tobillos, con o sin mangas, cortas o largas. Cuando se trabajaba o corría se podía levantar la camisa (Ex. 12.11; 2 R. 4.29). La Biblia también menciona una kuttoµnet_ passéÆm, que era un tipo especial de túnica (Gn. 37.3, 23, 32), que también vestían los príncipes (2 S. 13.18–19). Se trataba posiblemente de una túnica muy coloreada, un tipo de camisa a cuadros enrollada alrededor del cuerpo, como puede verse en los embajadores sirios ante Tutankamón. Es posible que la camisa, que presumiblemente se llevaba debajo de la pieza anterior, fuese el saµd_in (Jue. 14.12; Pr. 31.24; Is. 3.23; LXX sindoµn), pero podría incluirse en esta clase de ropa el mƒ>éÆl, que se rasgaba en señal de duelo (Esd. 9.3; Job 1.20; 2.12), y que vestían los hombres de importancia, por ejemplo Jonatán (1 S. 18.4), Samuel (1 S. 2.19; 15.27; 28.14), Saúl (1 S. 24.4, 11), Job y sus amigos (Job 1.20; 2.12), y Esdras (Esd. 9.3).
El manto común generalmente se conoce como sŒimlaÆ. Puede identificarse con la >abaÆye de los modernos fellahin. Se trata de un trozo de paño más o menos cuadrado, que a veces se arroja sobre un hombro o, como en la actualidad, sobre ambos hombros. Tiene aberturas para los brazos a los lados. Esta capa, que todo el mundo tenía, no podía prestarse debido a que se utilizaba como cobertura de noche (Ex. 22.25–26; Dt. 24.13). Generalmente se la quitaban para trabajar (Mt. 24.18; Mr. 10.50). También se empleaba para acarrear toda clase de objetos (véase Ex. 12.34; Jue. 8.25; 2 R. 4.39; Hag. 2.12).
Existía otra capa denominada
Para cubrirse la cabeza los israelitas probablemente llevaban un cuadrado de tela plegado como velo a fin de protegerse contra el sol, o envuelto alrededor de la cabeza como turbante. A veces se traduce mig÷baµ>oÆt_ como "tiaras" (Ex. 28.40; Lv. 8.13) y pƒeµr como "cofia" (Is. 3.20) y "turbantes de lino’ (Ez. 44.18). En épocas posteriores los hombres y las mujeres notables vestían el s\aµnéÆf (Is. 3.23; 62.3), que era un trozo de paño enrollado alrededor de la cabeza.
Los pobres generalmente iban descalzos, pero se conocían las sandalias (Dt. 25.10; Am. 2.6; 8.6). Las suelas (nƒ>aµléÆm) eran de cuero o madera y se ataban con correas (sŒƒroÆk_) (Gn. 14.23; Is. 5.27; Mr. 1.7; Lc. 3.16). No se usaban dentro de la casa.
b. Vestimenta femenina
La vestimenta femenina era muy similar a la masculina. Pero la diferencia debe de haber sido bastante evidente, debido a que estaba prohibido a los hombres llevar ropas de mujer y viceversa (Dt. 22.5). La diferencia debe buscarse en un material de mejor calidad y más colorido, y en el uso de un velo y un tipo de prenda para cubrir la cabeza (mit\pah\at_: Is. 3.22, "velos"; "chales"; se traduce "manto" en Rt. 3.15), que podía usarse para llevar cargas. La vestimenta más común de las mujeres israelitas eran la kuttoµnet_ y la sŒimlaÆ. La fina prenda interior sad_éÆn también la llevaban las mujeres (Pr. 31.24; Is. 3.23). Para las fiestas las mujeres vestían ropas más costosas (1 Ti. 2.9). No se llevaban prendas de cadera o muslo. Las damas de rango tenían una larga cola o velo (Is. 47.2; Nah. 3.5), Los artículos mencionados en el catálogo de Is. 3.18ss no pueden identificarse más detalladamente en la actualidad.
c. Vestimenta para ocasiones especiales
Difería de las ropas comunes solamente en que el material era más costoso (Gn. 27.15; Mt. 22.11–12; Lc. 15.22). El color preferido era el blanco (Ec. 9.8; Mr. 9.3; Ap. 3.4). Los tejidos de biso, escarlata y púrpura eran muy apreciados (Pr. 31.22; Ecl. 6.30; Jer. 4.30). A las mujeres les gustaba adornar sus vestidos con oro y plata (2 S. 1.24; Sal. 45.9, 14–15; Ez. 16.10, 13; 27.7).
Las ropas para el luto y la penitencia (sŒaq) eran, posiblemente, un tipo de cilicio (tela de crin) similar al manto de los profetas. Se llevaban con un cinturón, y a veces se ponían sobre el cuerpo desnudo (Gn. 37.34; 2 S. 3.31; 1 R. 21.27; 2 R. 6.30).
d. Vestimenta sacerdotal
La más antigua vestidura sagrada parece haber sido el eµfoÆd_ bad_; probablemente un simple taparrabo (2 S. 6.14, 20). Los sacerdotes de Nob eran conocidos como hombres que llevaban el "efod de lino" (1 S. 22.18). Samuel (1 S. 2.18) y David (2 S. 6.14) llevaban un efod de lino simple. Este efod simple tenía que distinguirse del efod del sumo sacerdote, que era de material fino (biso = sûeµsû) trabajado con oro, púrpura, escarlata, o materiales similares. Esta parte de la vestidura llegaba desde el pecho hasta las caderas. La sujetaban dos bandas que pendían de los hombros y se ataba alrededor de la cintura (Ex. 39.1–26). También se menciona el efod que se emplea para los oráculos. Este se colgaba en el templo (1 S. 21.9). Los sacerdotes comunes llevaban, durante el servicio litúrgico, una prenda que cubría los muslos y las caderas (Ex. 28.42–43; Lv. 16.4) y una larga túnica de lino bordada, con mangas (Ex. 28.40; 39.27), y también un cinto muy trabajado de lino trenzado y material azul, púrpura y escarlata (Ex. 28.40; 39.29). También tenían una especie de turbante llamado mis\nefet_ (Ex. 28.4, 37, 39; 29.6; 39.28). Como en Egipto y Babilonia, estaba prohibido a los sacerdotes llevar vestimentas de lana (Ez. 44.17). Tampoco se les permitía calzar sandalias en el templo (Ex. 3.5; 29.20).
La palabra oscura suÆt_, que aparece únicamente en Gn. 49.11 se traduce de diversas maneras, por ejemplo "manto", "ropas", "sayo". Otras palabras para ropa de diversos tipos son: el hebreo beg÷ed_, ‘manto’, ‘prenda’, ‘abrigo’ (Gn. 41.42); el hebreo kƒsuÆt_, ‘abrigo’ (Dt. 22.12, Flecos ); el hebreo lƒb_uÆsû, ‘ropa’, ‘vestido’, ‘vestimenta’ (Sal. 22.18; 102.26); el griego himation, ‘prenda exterior’ (Ap. 19.13, 16), posiblemente un pedazo grande de tela cuadrada que podía usarse como chal o túnica (traducido así en Mt. 5.40; "vestido" en Lc. 9.29); el griego himatismos, ‘vestido’, ‘atavío’ (Mt. 27.35; Jn. 19.24); el griggo peribolaion, ‘lo que se echa alrededor de uno’ (He. 1.12).
En 2 R. 10.22 hay una referencia al que tenía "el cargo de las vestiduras" (meltaµh\aÆ, ‘vestuario’, "guarda de las vestiduras", 2 R. 22.14), que se ocupaba de las "vestiduras" (malbuÆsû o vestidos sagrados que usaban los sacerdotes en el templo de Baal.