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Saduceos

Todas nuestras fuentes son hostiles e inadecuadas para ofrecer un cuadro acertado de los saduceos. Ellas son en el NT, Mt. 3.7; 16.1–12; 22.23–34; Mr. 12.18–27; Lc. 20.27–38; Hch. 4.1–2; 5.17; 23.6–8.

Tanto el nombre como los orígenes de este partido son motivo de discusión. El nombre se ha derivado de Sadoc, ya sea el contemporáneo de Salomón a cuyos descendientes se consideraba de pura estirpe sacerdotal (Ez. 44.15s; 48.11) o un fundador hipotético o jefe del partido en los primeros tiempos (la afirmación en Aboth del rabí Natán 5 de que Antígono de Soco tuvo dos discípulos, Sadoc y Boeto, que cayeron en la herejía, probablemente tenga poca base histórica). Pero la familia asmonea sumo sacerdotal gobernante no era sadoquita (1 Mac. 2.1; 14.29), y es difícil explicar la doble "d" en las formas heb. y gr. del nombre si efectivamente deriva de Sadoc. Piensan que su origen está en el gr. syndikoi, ‘inspectores fiscales’ (la doble "d" aparecería así por asimilación de la "n"). La relación con el término s\addéÆq, ‘justo’, puede haber sido un caso de asonancia posterior.

Hay cuatro teorías sobre el origen de los sadureos. Se piensa que se trataba principalmente de un partido político derivado en última instancia de los helenistas de Judea. Se piensa que se trataba de un partido religioso, y que algunos de los escribas mencionados en los evangelios eran escribas saduceos. Se creía que originalmente constituían un cuerpo aristocrático rural, a diferencia de los fariseos, que eran urbanos. Se creía que habían sido funcionarios de estado originalmente.

Los modales de los saduceos eran bastante groseros, eran descorteses con sus iguales como si estos fuesen extranjeros, y consideraban una virtud disputar con sus maestros. No tenían seguidores entre las masas populares, sino solamente entre los de buena posición económica. Eran más severos en sus juicios que otros judíos. Muchos de los sacerdotes, aunque no todos, eran saduceos; pero casi todos los saduceos parecen haber sido sacerdotes, especialmente de las familias sacerdotales más poderosas. Bajo los primeros asmoneos algunos saduceos desempeñaron cargos en la gerousia (cuerpo de "ancianos", "senado", o sanedrín). Juan Hircano, ofendido por el pedido de Eleazar, miembro de una diputación farisea, de que renunciara a su sacerdocio, transfirió su lealtad de los fariseos a los saduceos. Los saduceos disfrutaron del favor de los gobernantes asmoneos hasta el reinado de Salomé Alejandra (76–67 a.C.), que prefirió a los fariseos. Bajo los Herodes y los romanos los saduceos predominaron en el sanedrín. Este partido desapareció con la destrucción del templo en 70 d.C. Se dice que, aun estando en el poder, el temor al pueblo llevó a los saduceos a ponerse de acuerdo con los fariseos.

La marca religiosa de los saduceos fue su conservadurismo. Negaban la validez permanente de toda ley que no formara parte de los escritos del Pentateuco. Rechazaban las doctrinas tardías del alma y su existencia en el más allá, la resurrección, las recompensas y retribuciones, los ángeles y los demonios. Creían que no existía el destino, que el hombre podía elegir libremente entre el bien y el mal, y que la prosperidad y la adversidad eran resultado de las propias acciones del hombre.